Sí, te dijeron que una vez tuvieses hijos se acabaría eso de seguir recorriendo el mundo sin límites. Pues que sepas que te mintieron, fácil no es, pero una vez acostumbres a los niños a viajar disfrutarán tanto o más que tú explorando nuevos destinos. Edúcales en la escuela del mundo, deja que se enamoren de la naturaleza y que descubran otras culturas por su cuenta. Viajar con niños sin morir en el intento es posible, toma nota 😉
Papeleo: documéntalos e identifícalos
Por muy pequeños que sean todos los niños necesitan documentación: DNI, pasaporte, VISA… Así que haced los deberes con tiempo. Además, una buena opción para mantenerlos identificados todo el tiempo es ponerles una pulsera con su nombre y contacto, se perdió en el supermercado del pueblo, pero no lo hará en Tailandia.
Inmersión cultural
Educar viajando es un lujo infravalorado. Déjales que descubran diferentes culturas por sí mismos, que entiendan otras religiones y prueben todo tipo de sabores. Olvídate de sobreprotegerlos, se aburrirán y tú no desconectarás.

Planes abiertos, ¡estáis de vacaciones!
Obviamente cuando viajas en familia necesitas tener un poco de idea de qué actividades queréis hacer y adónde queréis ir, ya no eres un #solotraveler que va donde le lleva el viento. Pero si planeas demasiado corres el riesgo de que los niños estén cansados o no tengan ganas de hacer una excursión. Para que esto no suceda te recomendamos: ser flexible e involucrar a todos en la planificación del viaje, así se sentirán parte de él y no tendrás que convencer a nadie de hacer algo que no le apetece.
Sácalos de su zona de confort
Desconecta y confía en ellos, déjalos subir montañas, jugar con animales y hablar con desconocidos e interactuar con los locales, ¡os sorprenderán! Sacarán la mejor parte de ellos mismos y se enfrentarán a situaciones nuevas.

Desplazaros mientras duermen
Secreto mano se santo, coged el coche o el autobús a la hora de la siesta y evitaréis llantos, preguntas y peleas. Todo no puede ser perfecto, pero podéis intentar cuadrar horas. ¡NO les des medicamentos para dormir eh!
MisterFly te anima a que te comas el mundo junto a toda la familia. Viajar con niños y disfrutar de la experiencia es posible, solo necesitas entrenarlos y acostumbraros a este tipo de aventuras para poder disfrutar de tus viajes como antes.